sábado, 10 de mayo de 2008

CUANDO LA NATURALEZA SACA LA VOZ.....



Desastre Natural en chaiten.....El planeta hace sentir su molestia....

Hace una semana, despertó un volcán. El Chaitén llevaba siglos durmiendo. No existen relatos históricos respecto del comportamiento del macizo. La abundante ceniza en el ambiente ha creado un ambiente irrespirable. La vida humana está amenazada. Para qué decir de los animales, los que se baten entre dos alternativas: ser faenados de ocasión o quedarse abandonados, muertos de hambre.

Chaitén

En el momento de máxima alerta, el viernes pasado, el Intendente Sergio Galilea arrojó una frase para la vergüenza ajena. Consultado sobre los riesgos para los habitantes de Futaleufú del ambiente provocado por la erupción, dado que la dirección de los vientos trasladaba a dicha localidad la nube tóxica, Galilea se limitó a decir que “ Chaitén merecía mayor atención por estar más cerca del volcán”.

En efecto, Chaitén está más cerca del volcán. Pero la amenaza sanitaria no depende de la cercanía geográfica de esta roca eruptiva, el polvo, la ceniza, las partículas que inhalan los habitantes de las localidades aledañas. Tal como el 9/11 causó diversas enfermedades respiratorias a los neoyorkinos, debido a las emanaciones tóxicas provocadas por el derrumbe de las Torres Gemelas en el año 2001, urge evitar cualquier posibilidad de crear focos cancerígenos en la población austral.

En consecuencia, las áreas cercanas al volcán Chaitén deberían ser demarcadas en calidad de zona cero. Terreno no apto para la vida humana hasta meses despues, quizas años, que el macizo haya dejado de eruptar. Se ha informado que dichos suelos volverán a ser cultivables recién dentro de diez años más.

Por lo mismo, en el futuro, será de suma importancia empadronar a todas las víctimas del desastre natural. El Estado deberá garantizar la reubicación de las víctimas, ofrecer nuevas viviendas, terrenos cultivables, educación y empleabilidad, además de controles médicos a fin de contrarrestar —reitero— la creación de un foco cancerígeno.


Futaleufú

Ha sido vergonzante. Apenas el martes comenzó el plan de emergencia para Futaleufú, para desgracia del ninguneador señor Galilea. ¿En qué momento el Gobierno de Chile ejecutó un plan de contingencia coordinado con el Gobierno argentino?
¿En qué momento se concertó el ingreso libre de chilenos hacia las provincias de Chubut y Santa Cruz? ¿En qué momento el Gobierno trasandino ofreció servicios de rescate y albergue para los connacionales? ¿En qué momento la ONEMI ofreció apoyo informativo al Gobierno argentino para los habitantes de la Patagonia argentina?

Todo se ha hecho después. Pero no hay que ser tan pesimistas. Muy probablemente, Michelle Bachelet pensó en aquellas variables. En una de esas, llamó a la Casa Rosada, pero marcaba ocupado. O la secretaria invitaba a nuestra Presidenta a llamar después, que Cristina se demoraba mucho en el baño terminando de estucarse.

La señora K logró tomar el llamado ayer por la tarde, luego informarse que Aerolíneas Argentinas está imposibilitada de atravesar los cielos del sur trasandino porque la ceniza dificulta la visual de los pilotos. (Es decir, porque la Presidenta no puede tomar su tocomocho alado a El Calafate y no hay parabrisas para aviones que resistan cenizas volcánicas.)

Una vez que Cristina tomó nota del panorama, colgó el teléfono. La ayuda humanitaria puede esperar. Total, la autoridad tiene mayores temas sobre los cuales interesarse: la reactivada huelga agro, cómo seguir sosteniendo los risibles índices de inflación que un tal Guillermo Moreno saca con ruleta, llenarle el tanque de bencina al Mini Cooper de Florencia y el botox.

Al contrario del desalojo casi total de Chaitén, pareciera ser que en Futaleufú el rescate será parcial y limitado. La mayoría de los habitantes de dicha localidad se expondrán a los riesgos sanitarios, para calmarlos de las evidentes inclemencias, se les inventará un paisaje de “lo más peligroso no está acá, en serio”, aun siendo la zona más amenazada después de Chaitén.


Tompkins

Por otra parte, las presiones contra Douglas Tompkins aumentarán. Su rotunda negativa a proporcionar parte del Parque (privado) Pumalín para el empalme de la Carretera Austral impidió la posibilidad de un rescate más fluido para las miles de víctimas de Chaitén. La lentitud del apoyo logístico se explica en parte por la falta de una carretera.

Y como en Chile nos gusta organizar políticas públicas sobre los condoros, el pobre Douglas se quedará con sus jardines monumentales partidos en dos. El gringo deberá asumir una expropiación y estará obligado a comerse a los automovilistas atravesando la columna vertebral de su mejora.


TOMEMOS CONCIENCIA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Referencia: Vulcano, el desastre de Chaiten...Bruno Cordova..Revista La Pagina

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